Pues, en primer lugar debemos considerar que al decir «perjudicial» me refiero a todo aquello que afecte negativamente la fluidez y el manejo normal de tu buzón de correo electrónico.
En el marco de ese concepto podremos concluir que el spam si es perjudicial pues presenta las siguientes problemáticas:
1) Es molesto.
En serio, ¿quién podría estar feliz de desperdiciar su tiempo en limpiar, de mensajes no deseados y peligrosos, la bandeja de entrada de su correo electrónico?
Puede ser especialmente frustrante si necesitas verificar la llegada de un mensaje importante a tu buzón en medio de montón de otros mensajes deseados y no deseados. Teniendo cuidado de no borrar justo aquel mensaje que andabas buscando.
Además que, el spam no solo se presenta en el correo electrónico, sino también en las redes sociales, plataformas telefónicas, aplicaciones que usas a diario y demás.
Pero, quizás algunos dirán que esto no es tan molesto ni importante. Por lo que me permito continuar con las demás problemáticas.
2) Causa desperdicio de recursos.
Internet está repleta de cosas «gratuitas», y es genial. Sin embargo, eso causa que en ocasiones sintamos que la acumulación y el desperdicio no son un problema, pues quizás no lo percibimos.
La realidad es que no hay nada gratis en Internet, es solo un concepto en el que no entregas dinero inmediata y directamente.
Todo en internet le cuesta algo, a alguien. Me explico.
El mero hecho de que puedas leer un artículo de como salvar un animal en peligro de extinción significa que está alojado en un servidor de acceso público, por lo cual está ocupando espacio digital y físico. Alguien está pagando dinero y usando recursos para mantener ese servidor funcionando pues requiere buenas características de procesador, memoria RAM, espacio en disco, manejo de ancho banda, mitigación de ataques automatizados, corrección de fallas, respaldos, sistemas de enfriamiento, cuentas de electricidad, etc.
Imagina todo eso multiplicado por los millones de sitios web que existen en la actualidad, y los millones de mensajes de correo electrónico que se envían y reciben diariamente.
Hay quienes han implementado técnicas para mitigar el envío de spam por correo electrónico, como Mailrelay por ejemplo. O Akismet, el cual es un plugin para WordPress. Claro, eso requiere de su inversión continua.
Aún si tú no pagas dinero por hosting o dominios personalizados como www.parlox.net pero utilizas servicios como Blogger, Facebook, Instagram o Snapchat; en algún punto debes entregar algo de valor para disfrutar de la gratuidad en esos servicios. Por ejemplo, tu información personal y la de tu familia, o compartir espacios con anunciantes o recomendaciones basadas en tu comportamiento específico por la red.
Entonces, si ya de por si toda la maravilla de Internet requiere inversión económica, de recursos y tiempo, que alguien termina pagando por todo eso. Imagina lo que es estar pagando e incrementando tu huella ambiental por millones y millones de bytes acumulados y desperdiciados en actividades inservibles como la gestión del spam, que en muchas ocasiones está relacionado al fraude.
3) Incrementa mucho el gasto empresarial y del consumidor.
En línea con lo mencionado en el punto anterior, debemos considerar el gasto que empresas a nivel mundial deben asumir en sus propios servidores y dispositivos para la mitigación del spam,
Lo cual también afecta a sus clientes. Puesto que, la empresa incrementará sus precios de venta de productos y servicios para compensar los gastos realizados en la mitigación del spam.
Lo cual se traduce en mayores gastos de la comunidad.
4) Es instrumento de fraude y violación de la privacidad.
¿A quién no le ha llegado un mensaje no deseado de una dirección desconocida? Como esas «cadenas de la suerte», o mensajes de que «Bill Gates está regalando su fortuna», además de aquellos casos en los que aparentemente te «ganaste la lotería» aunque nunca te inscribiste a jugar; así como cuando aparentemente «una persona X en alguna parte del mundo dice que quiere entregarte su fortuna si es que eres una persona noble» o que desea «ofrecerte un negocio demasiado rentable para comerciar legalmente con oro», supuestamente. Sin olvidarnos de los mensajes que promocionan Viagra, sus alternativas, pornografía o juegos de azar.
En fin, hay tanta, pero tanta información fraudulenta, inservible y no deseada que puede llegar a nosotros por e-mail, redes sociales o aplicaciones de mensajería, como aquel caso de fraude vía WhatsApp por ejemplo, en el que aparentemente la mayoría de víctimas provenían de Ecuador.
Pero se vuelven un problema aún mayor cuando eso significa que, por un clic en el enlace de “Quiero dejar de recibir estos mensajes” o por si quiera abrir el mensaje y cargar sus imágenes, tu privacidad y la seguridad de tus dispositivos se puedan ver comprometidas.
Tu dirección electrónica y todos los datos que se relacionan con la misma quedan registrados como “utilizables” para quienes se dedican al envío de spam o a la venta de información privada.
Atacantes pueden llegar a insertar códigos o programas maliciosos que monitoreen tu hogar con la cámara de tu PC, que afecten el rendimiento de tus dispositivos, que capturen tu información bancaria o médica, que registren las actividades online de tus hijos o hasta pueden llegar al punto de engañarte para desembolsar dinero por recuperar tus archivos cifrados.
Conclusión
El spam, independientemente del medio en el que se transmita o la magnitud de sus consecuencias, es de alguna manera perjudicial para la comunidad y su uso de Internet.
Aunque las características del SPAM expuestas en esta publicación se enfocan primordialmente al escenario del correo electrónico; la realidad es que la mayoría de esas características aplican para todas las plataformas que podríamos utilizar en Internet, como son: foros de discusión, aplicaciones de mensajería, formularios de contacto en sitios web, cajas de comentarios en publicaciones de blogs, salas de chat, redes sociales, 8 entre muchos otros.
Entonces surge una inquietud: ¿Qué más podemos hacer, como usuarios habituales de Internet, para mitigar la propagación de SPAM por todos esos medios?
Me gustaría conocer tus ideas abajo en la caja de comentarios. 🙂
Como siempre, espero que esta publicación te sea de utilizada e inspiración.
En el amor de Cristo Jesús,
Jonathan Ricardo Proaño Alcívar
#ParloxNetwork
@parlox
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